martes, 28 de abril de 2015

Educación de valores


Prensa Libre 28 Enero
R.J.W. 1985
EDUCACIÓN DE VALORES

En los años sesenta el mundo vivió la confusión y transición de valores mantenidos sagrados por años y totalmente aceptados por la sociedad. Valores nuevos surgieron de la misma, y chocaron con muchos sectores produciendo la llamada brecha generacional.
Los jóvenes vieron discrepancias entre lo dicho y lo actuado por los adultos. Lo que se exigía a los jóvenes y lo que hacían los adultos era diferente. El sentido de “justicia” que todo joven siente como parte de su desarrollo se agudizó y reclamaron su identidad propia.
Los movimientos “hippies”, pacifistas, la ruptura de familias, descontento, desafío a la autoridad, cambio de valores y el cambio de libertad a libertinaje caracterizaron esos años.
¿A dónde iba la sociedad?
En la década de los setenta, los educadores iniciaron la enseñanza de valores a los jóvenes como parte del currículum formal de la escuela. Existen desde esta época manuales y mucha literatura escrita sobre cómo enseñarlos.
La escuela no puede enseñar valores específicos para cada alumno. Hay valores familiares, sociales, personales y cada individuo tiene que establecer un ser propio según su personalidad y su creencia. Al trabajar con jóvenes es indispensable enseñar un sistema para llegar a valores propios que durarán y guiarán sus actos durante la vida.
En una institución educativa que vela por la enseñanza de proceso y no una netamente informativa, es necesario ayudar a los jóvenes a establecer su propio proceso de cómo llegar a fijar sus prioridades de valores, los que tendrán que sufrir evaluaciones constantes y a veces ser cambiados por mejores. Si cada joven sabe el proceso y lo utiliza tendremos adultos responsables y pensantes con buenos valores para la sociedad.
El proceso de clarificar valores está dividido en tres áreas:
1.    Escoger         2. Priorizar por importancia           3. Actuar
1. Escoger
a. Buscar alternativas y escoger entre ellas.
b. Escoger después de considerar las consecuencias.
c. Escoger libremente y sentirse bien por lo que ha escogido.
2. Priorizar por importancia
a. Considerar lo más deseado e importante para sí mismo, ahora y en el futuro.
b. Afirmar públicamente a otros su escogencia.
3. Actuar
a. Hacer algo en relación a su escogencia.
b. Hacer algo repetidas veces como para formar un patrón de acción en su vida.


Básicamente, las técnicas usadas en la clarificación de valores deberían tener como metas, ayudar al individuo a:
Ø  Buscar su propia forma de manejar problemas o situaciones y reconocer que cada persona pueda hacer una selección diferente.
Ø  Examinar las consecuencias, qué probabilidades podrían suceder para cada alternativa.
Ø  Hacer decisiones personales basadas en una evaluación honesta y correcta de la información que cada persona ha generado.
Utilizando este tipo de proceso en la clarificación de valores, los resultados se dan de inmediato y con gran importancia y significado para las personas que hayan tomado la decisión y no es presa fácil a la presión de otros o de grupos para actuar en forma no acorde a sus valores.
Las técnicas mencionadas pueden ser utilizadas individualmente, en grupos o con familia. Son alegres y permiten la participación de todos; cada persona piensa sobre preguntas difíciles y retadoras, con metas serias de aprendizaje para lograr establecer un patrón de valores personales.
La esperanza es que cada uno conozca el proceso para así ayudar a los jóvenes a aprenderlo y luego utilizarlo en su propia clarificación de valores. Nuestra obligación como padre, madre, maestro, amigo o simplemente persona interesada es asegurar que la juventud tenga directrices en su desarrollo.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario