miércoles, 19 de agosto de 2015

Ser, Conocer, Hacer

LIDERAZGO DEL SIGLO XXI (I Parte)
Por Raymond J. Wennier

Desde  hace más de 20 años he venido pensando sobre las características y conducta de un líder y su función en una organización. Ahora es de urgencia pensar ¿Quién es o quien puede ser un líder para el siglo XXI?  Es muy diferente  ahora que hace 30 años. La sociedad es diferente, las demandas de la gente en la sociedad globalizada son diferentes también. A continuación comparto mis ideas y criterios acerca de algunas de las habilidades requeridas hoy día para ser un líder que realmente hace que las organizaciones públicas y privadas crezcan  para poder satisfacer las necesidades y demandas de las sociedades del siglo XXI.

En primer lugar considero que el tiempo  puede ser un amigo o su peor enemigo. La sociedad moderna es rápida en todos los sentidos de la palabra. Es precisamente por eso que el líder tiene que encontrar un espacio en el día donde tiene silencio, apartado  de todas sus actividades para MEDITAR. Eso suena como un monje enclaustrado, pero es ejercitar el pensamiento de la METACOGNICIÓN.  Metacognición es el pensamiento sobre sus propios pensamientos, es la auto-evaluación de qué  está haciendo y como lo está haciendo. Es el momento cuando debe hacerse la pregunta ¿Cómo realmente debería ser nuestra organización dentro de 30 o 40 años?  Es el momento donde el líder se hace las siguientes preguntas: ¿Qué es posible, qué es deseable, qué es probable? Luego, hay que preguntarse ¿Qué tenemos que hacer (cambiar) para estar preparados para ese futuro? Todo el mundo cree que para ser un gran líder se puede seguir un recetario de qué cosa hacer y así llegar a ser el líder fantástico. No podemos caer en la trampa de hacer lo que otros nos dicen qué hacer y cómo hacerlo.

El líder tiene que hacer uso de la palabra “HEURISTIC”,  que viene del griego que significa “La ciencia del descubrimiento”. Es la necesidad de usar varios métodos que motivan a sí mismo y a las otras personas en la organización a aprender cosas nuevas para innovar activamente para sobrevivir en una sociedad globalizada y de esos cambios rápidos. Solamente puede lograr todo lo anterior si haya momentos tranquilos para PENSAR y no siempre ser BOMBERO, apaga fuegos.

En segundo lugar, hay que estar consciente de su actitud acerca de dos términos: A. Grupo y B. Gente.  ¿La organización realmente trabaja basada en el criterio de trabajo en equipo o es solamente del diente al labio? ¿Es el “gurú” de la organización quien manda y los miembros del grupo sólo hacen lo que les dice?

Jack Welch tomó las riendas de General Electric en 1980 y veinte años después había aumentado el valor de la compañía en $476 billones. ¿Cómo lo hizo?  Enfatizó el trabajo en equipo.  Iba a las fábricas a hablar directamente con los trabajadores, a preguntarles cómo estaba todo y qué pensaban sobre lo que estaba pasando en la empresa. Quiere decir que Jack Welch buscaba el diálogo y sobre todo la retroalimentación de los trabajadores. El tomó en serio al ser humano y su potencialidad. Enfatizó el trabajo en equipo.

Eso me trae a la tercera consideración que son las COMUNICACIONES. Las comunicaciones en las organizaciones en el siglo XXI pueden tomar varias formas. De nuevo es una actitud de que si el líder quiere  que todos estén informados o no. No hay razón de que haya  falta de una buena comunicación. El que controla la información tiene el poder y por lo tanto, con sólo saber cómo es el flujo de comunicaciones en una organización se sabe cómo es el líder, utilizando una Teoría X o una Teoría Y en la dirección de esa organización.


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