Es una herramienta esencial en nuestra vida personal y de negocios. Es
clave para poder comunicar lo que necesitamos y lo que estamos dispuestos a dar
a cambio, sin dejar margen de dudas y evitando malinterpretar las interacciones.
Proceso de doble vía, donde emitimos y recibimos
mensajes con el objetivo de lograr determinadas acciones en nuestro
interlocutor (y que este también pretenderá de nosotros) es fundamental seguir
ciertas “reglas” que van a permitirnos acercarnos a lo que podemos llamar
efectividad en las comunicaciones, es decir, transmitir un mensaje que nos
permita el acceso a recursos de la manera más rápida posible, precisa en cuanto
a lo que queríamos y al menor costo posible.
Hay maneras de manejar la comunicación sin perder de vista nuestros
objetivos y sobre todo, la forma en que el receptor pretende o se siente más cómodo
de receptar
Escucha activa: Es lo más importante para conocer que
necesita también quien puede proporcionarnos recursos. Entender, decodificar lo
que nos dicen y prestar atención a lo verbal y no verbal en su comunicación,
interactuando solo cuando sea necesario y para aclarar bien lo que estamos
escuchando
Variar la comunicación si no obtenemos
resultados: Nuestra
forma de comunicarnos puede ser monocorde, ansiosa, indirecta, etc. Si no
logramos que nuestro interlocutor reaccione a lo que le estamos comunicando,
variemos por ejemplo el tono de voz, la cadencia, el volumen, el contenido,
etc. hasta lograr nuestro objetivo
Frases breves y lenguaje simple: Diversos tipos de comunicación y mensajes
nos obligan a ser precisos y concisos en lo que comunicamos. Hagámoslo en forma
concreta, breve, y sobre todo, simple.
Fuente: emprendedoresnews.com
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