Investigador Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN)
La crisis financiera que atraviesa el
Gobierno ha alcanzado dimensiones nunca antes vistas. Incumplimiento en el pago
de salarios a trabajadores del Estado, falta de insumos básicos para brindar
atención en hospitales y reos trasladados en el transporte público; han sido
parte de las consecuencias visibles de ello. Si bien todavía existe cierta
suspicacia entre que parte de lo visto es realidad y que parte es una
estrategia para presionar al Congreso por la aprobación de bonos, no se puede
negar que el tema de las Finanzas Públicas ha causado revuelo.
Hay un conocido refrán que dice: “Pan para
hoy y hambre para mañana”, un refrán útil para describir lo que ha sido el
manejo de la política fiscal. Ya que los últimos Gobiernos de turno se han
dejado llevar por la ola del aumento del gasto público. Dándose el lujo de aprobar
un presupuesto deficitario durante más de 16 años. Y en los últimos dos años
inclusive han elevado aún más el gasto público apoyándose proyecciones de
recaudación inalcanzables hasta el momento.
Sin embargo, han postergado la discusión de
temas relevantes para el establecimiento de una política fiscal integral. Ya
que a pesar de las evidentes deficiencias en la entidad encargada de recaudar
impuestos y del descontrol de lo que sucede en las aduanas, se sigue sin
realizar reformas profundas. A pesar de que muchos diputados, cuando forman
parte de la oposición, se manifiestan en contra del endeudamiento y a favor de
la focalización del gasto. Cuando votan aprueban proyectos presupuestarios en
un día y cuando están en el partido oficial olvidan la fiscalización del gasto.
Afortunadamente todavía existen oportunidades
para alejarse del precipicio fiscal al que año con año se acerca el país cuando
se aprueban presupuestos desfinanciados. Una de estas la tiene el organismo
Legislativo a través de la discusión del proyecto de Presupuesto de Ingresos y
Egresos del Estado para 2015. Si los diputados están en contra de más
endeudamiento, deben realizar una discusión técnica y responsable del
presupuesto para el próximo año y fijarlo en un nivel sostenible. Estar en contra
de más deuda y no discutir el anteproyecto del presupuesto, es trasladar la
crisis financiera para el año siguiente. A partir de hoy el Congreso tiene 12
días para poner fin a la crisis financiera.
Fuente: m.s21.com.gt/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario